Los quetzales revolotean en sus jaulas de oro
El jaguar que le regaló un príncipe tolteca
ruge en el pozo de piedra de jade
La malinche peina los cabellos lacios
del rey de los pueblos de México y de más allá
de las fronteras con nombres distintos
El rostro de Quetzalcoatl en pulida plata
esta amable aunque parece que advirtiera
algo sombrío para todos los aztecas
Ambos saben que faltan sólo doce lunas
para que la profecía se cumpla inexorablemente
y la Serpiente Emplumada aparezca
después de quinientos años de ausencia
encarnado se mito en un hombre blanco
a quien Moctezuma entregará el reino
Si pudieran los amantes saber que a lo lejos
atravesando el mar de los Sargazos
Hernán Cortés y sus soldados vienen
con intenciones de robo y asesinato
se armarían para defenderse y salvarse
o emprenderían una aconsejable huida
Pero no – El Mito es indiscutible centro
de la Historia y Hernán Cortés afortunado
será recibido como si se tratara de Quetzalcoatl
y matara innoblemente a Mactezuma.