No volverá a ver la alhambra en su esplendor
de jardines y palacios donde canta el agua
Los años de morar la luna del poniente
oyendo a los poetas leer sus versos y escuchando
el laúd huyeron de su vida como asustados pájaros
Nadie – lo sabe íntimamente – lo devolverá
al califato de Córdoba su ciudad amada
Nadie – y llora mirando a la costa lejana
que se desdibuja en el horizonte – Nadie
regresará a los amigos que murieron
Ahora al desierto áspero de Túnez o Marruecos
o a las montañas de Líbano o de Siria
Tantos siglos construyendo pueblos y ciudades
irrigando llanuras cultivando frutales
enseñando la Alquimia y el Álgebra
la Poética la Astronomía y la Música
Y todo se ha perdido en unos cuantos años
En unas pocas batallas todo se esfumó
como un espejismo en medio del Sahara.