Consejos, actividades prácticas y estrategias conforman los principales contenidos de estos libros que traigo en esta ocasión para los docentes que quieren enseñar a leer a niños y jóvenes.
Manual práctico para enseñar a leer y escribir
¿Cuál es el mejor momento para enseñar a leer y a escribir? ¿Cómo se puede reducir las faltas de ortografía y mejorar el nivel de lectoescritura de los estudiantes? El autor propone un método basado en los prerrequisitos lectores, es decir, las condiciones o circunstancias previas que son necesarias para iniciar y desarrollar con éxito el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura. Está basado en diferentes actividades, adaptadas a distintos niveles y edades de los pequeños, que a través de juegos rápidos respetan los distintos ritmos de los niños siendo compatibles con otros métodos de lectoescritura.
Estrategias para una lectura reflexiva
Para enseñar a pensar sobre lo que se lee se necesita tiempo y disponer de diferentes técnicas para que los estudiantes se concentren y busquen y encuentren respuesta dentro de ellos mismos. Este manual ofrece a los docentes fichas de trabajo, de reflexión y de conclusiones además de canciones, cuentos, adivinanzas… todo para propiciar la reflexión y el análisis en la lectura. Viene acompañado de una guía didáctica para utilizar en el aula.
La magia de leer
Un manual para familias, docentes y lectores curiosos que mezcla ‘recetas’ y consejos con los que lograr ‘encantamientos’ que tienen un objetivo principal: transmitir y recuperar en los niños y jóvenes la pasión y las ganas de leer. Y es que como destacan los autores: “La poderosa magia de la lectura se funda en dos magias previas e imprescindibles: la del lenguaje y la de la escritura”. De la lectura y de la escritura emergen hadas y dragones, mundos nuevos y antiguos, poemas e historias, muchas historias… la verdadera y única magia para adentrar a los más jóvenes en el ámbito lector.
Leer con niños
A medio camino entre el ensayo y la ficción, Santiago Alba analiza la tarea (difícil en algunos casos) de enganchar a los más jóvenes a la lectura. Poniendo sobre la mesa el papel de la familia a la hora de compartir lecturas, se plantea la siguiente cuestión: ¿para qué sirven los libros? A través de personajes como Homero, Dickens, Canetti, Dante, Salinger… adentra a los adultos en el universo de la literatura y, por ende, también a los más pequeños.