Esta selección de obras enamorará tanto a los entusiastas del arte como a quienes deseen dar sus primeros pasos y conocer más sobre esta disciplina.

Te gusta el arte aunque no lo sepas

La historiadora del arte Sara Rubayo, conocida en redes como “La gata verde”, presenta una introducción a la historia del arte universal con la que descubriremos que el arte dice mucho de quienes somos. La divulgadora cultural propone en este ensayo una visión original y diferente de la historia del arte que tiene como objetivo que el lector descubra que, aunque todavía no lo sepa, le gusta el arte, y que su historia es también la suya propia. Rubayo es profesora, realiza visitas guiadas a museos, asesora a artistas contemporáneos y da charlas y participa en mesas redondas de universidades y centros culturales sobre la divulgación cultural en redes. También es colaboradora habitual en diversos medios de comunicación. 

En honor a Eros

Una obra fascinante que explora los símbolos del erotismo a través de su historia. A lo largo de cerca de 500 páginas repletas de imágenes en color de esculturas, cuadros y edificios, así como toda clase de ilustraciones explicativas, el autor traza una cierta linealidad histórica, en la que interpreta coincidencias de símbolos que cruzan distancias y épocas, símbolos que aparecen y reaparecen en distintas culturas y tradiciones filosóficas, poniendo en evidencia un impulso de largo alcance que alude al erotismo. Davidoff Misrachi explora cómo lo sexual se inserta en la brecha entre materia y alma, entre alma y espíritu. Pone al cuerpo en el centro de la experiencia espiritual, no como fin último o identidad que debamos buscar, sino como un crisol que se transforma y permite alcanzar una mayor profundidad. Este secreto a voces sirve de guía para revisar la comprensión de algunas de las obras decisivas de nuestra civilización.

El taller de Artemisia

Periodista especializada en historia del feminismo y la divulgación histórica para visibilizar a las mujeres del pasado, Sandra Ferrer repasa la historia del arte en clave femenina para reivindicar el papel de las pintoras más relevantes (algunas de ellas olvidadas). Y es que en la historia de la pintura que nos han contado, las mujeres desempeñaban tradicionalmente un papel menor como musas, pero anhelaban desarrollar su talento y demostrar su genio artístico al igual que los hombres. Sin embargo, las grandes mujeres que sí ejercieron como artistas por derecho propio han quedado arrinconadas por las figuras de sus compañeros varones, y hoy en día sus nombres no son tan conocidos entre el gran público.

Amor al arte

En la década de 1970, una joven descubre a Valeria Sans, una pintora brillante y desconocida de principios del siglo XX en París, que representará una reivindicación de la mujer artista en el mundo del arte y una gran motivación para su trayectoria vital. En dos épocas de grandes cambios sociales y culturales, la década de 1970 y las primeras décadas del siglo XX en París, la novela lleva al lector desde la Barcelona de las emblemáticas Plaza del Pi, conocida por sus mercadillos de arte, y la calle de la Palla, famosa por sus anticuarios, hasta las orillas del Sena y las calles de Montparnasse en la capital francesa.

El cocodrilo de Aristóteles

El filósofo francés propone en este bello libro de arte una original y diferente historia de la filosofía a través de la pintura en 33 lienzos y, por lo tanto, en 33 filósofos: de Pitágoras a Derrida, pasando por Descartes y Kant, Montaigne y Rousseau, Voltaire y Nietzsche, entre otros. Como apunta Onfray, la mayoría de las veces cuando un pintor elige tratar un tema filosófico, pinta un texto. Un texto o una frase del texto, un momento de ese texto, una palabra incluso. Como pintar una idea resulta difícil, tiene que pintar un guiño que exprese esa idea en la que se resume todo el pensamiento del filósofo: ese guiño es un detalle. 

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Written by Avellaneda Flórez
¡Hola¡ Soy Avellaneda Flórez, licenciada en literatura de la Universidad del Valle. Soy, una mujer que se dedicó a la literatura como oficio, pues soy docente de lengua castellana. Busco trabajar con la literatura no solo en las aulas de clase sino en espacios poco convencionales como parques, ancianatos, plazas de mercado, la ruta de un bus.