Once de septiembre - Cristina Peri Rossi

Cristina Peri Rossi, Poeta y novelista uruguaya nacida en Montevideo, en 1941.

Su madre, maestra, la inició en el amor a la literatura y la música, y la instruyó en los ideales feministas de igualdad. Trabajó y estudió hasta licenciarse en Literatura Comparada, cuya enseñanza ha ejercido durante muchos años. Su primera colección poética constituyó un pequeño escándalo por su erotismo y sus transgresiones sexuales.

Tras el golpe militar uruguayo tuvo que exiliarse en Europa desde 1972. Obtuvo la nacionalidad española en 1974. Desde entonces ha publicado varios libros que han gozado del aprecio de la crítica y los lectores: «Evohé» en 1971, «Descripción de un naufragio» en 1974, «Diáspora» en 1976, «Lingüística general» en 1979, «Europa después de la lluvia» en 1987, «Babel bárbara» en 1991, «Otra vez Eros» en 1994,   y «Aquella noche» en 1996.

Su obra ha sido traducida a varios idiomas y  galardonada con los más prestigiosos premios literarios, entre los que se encuentra el Premio Internacional de Poesía Rafael Alberti, obtenido en enero de 2003 y el Premio Loewe 2008.

Once de septiembre – Cristina Peri Rossi

El once de septiembre del año dos mil uno
mientras las Torres Gemelas caían,
yo estaba haciendo el amor
El once de septiembre del año dos mil uno
a las tres de la tarde, hora de España,
un avión se estrellaba en Nueva York,
y yo gozaba haciendo el amor
Los agoreros hablaban del fin de una civilización
pero yo hacía el amor
Los apocalípticos pronosticaban guerra santa,
pero yo fornicaba hasta morir
–si hay que morir que sea de exaltación–
El once de septiembre del año dos mil uno
un segundo avión se precipitaba sobre Nueva York
en el momento justo en que yo caía sobre ti
como un cuerpo lanzado desde el espacio
me precipitaba sobre tus nalgas
nadaba entre tus zumos
aterrizaba en tus entrañas
y vísceras cualesquiera
Y mientras otro avión volaba sobre Washington
con propósitos siniestros
yo hacía el amor en tierra
–cuatro de la tarde, hora de España–
devoraba tus pechos tu pubis tus flancos
hurí que la vida me ha concedido
sin necesidad de matar a nadie
Nos amábamos tierna apasionadamente
en el Edén de la cama
–territorio sin banderas, sin fronteras,
sin límites, geografía de sueños,
isla robada a la cotidianidad, a los mapas
al patriarcado y a los derechos hereditarios–
sin escuchar la radio
ni el televisor
sin oír a los vecinos
escuchando sólo nuestros ayes
pero habíamos olvidado apagar el móvil
ese apéndice ortopédico
Cuando sonó
alguien me dijo: Nueva York se cae
ha comenzado la Guerra Santa
y yo, babeante de tus zumos interiores
no le hice el menor caso,
desconecté el móvil
miles de muertos, alcancé a oír,
pero yo estaba bien viva,
muy viva fornicando
¿qué ha sido? –preguntaste,
–”creo que Nueva York se hunde”, murmuré,
comiéndome tu lóbulo derecho,
“Es una pena”, contestaste
mientras me chupabas succionabas
mis labios inferiores
Y no encendimos el televisor
ni la radio el resto del día,
de modo que no tendremos nada que contar
a nuestros descendientes
cuando nos pregunten
qué estábamos haciendo
el once de septiembre del año dos mil uno,
cuando las Torres Gemelas se derrumbaron sobre Nueva York.

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Written by Avellaneda Flórez
¡Hola¡ Soy Avellaneda Flórez, licenciada en literatura de la Universidad del Valle. Soy, una mujer que se dedicó a la literatura como oficio, pues soy docente de lengua castellana. Busco trabajar con la literatura no solo en las aulas de clase sino en espacios poco convencionales como parques, ancianatos, plazas de mercado, la ruta de un bus.